Como ocurre con cualquier vivienda, un piso alquilado puede sufrir desperfectos debido al paso del tiempo y al uso que se haga del mismo por parte del inquilino.

En estos casos, la fianza que el arrendatario abona al entrar en la vivienda sirve como aval o garantía ante este tipo de destrozos durante el tiempo que dure el contrato de alquiler. A la hora de reclamar estos daños, también existe una serie de plazos que el propietario del piso debe seguir.
Según explican desde Idealista, el momento en el que se devuelven las llaves tras finalizar el contrato del alquiler sería el más conveniente para que un propietario reclame cualquier posible desperfecto, una vez se haya hecho una comprobación exhaustiva del inmueble.
En función de cómo haya transcurrido ese examen visual a la vivienda, se devolverá al arrendatario e importe total de la fianza, o bien se retendrá una parte o su totalidad para sufragar aquellos desperfectos que se hayan visto. En cualquier caso, se consideran daños o destrozos aquellos que no se corresponden al desgaste con el tiempo o un uso normal.
Tal y como recoge la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), no existe un plazo definido para poder reclamar, si bien se recomienda que se realice cuanto antes, especialmente antes de que esa vivienda vuelva a ser alquilada de nuevo por otra persona. 
En concreto, lo ideal es que esa revisión del estado del piso se realice durante los primeros 30 días desde que el inquilino devuelve las llaves, ya que es el plazo legal que el propietario tiene para devolver la fianza, según se puede leer en el artículo 36.4 de dicha ley, que se refiere a todo lo concerniente a ese aval depositado al inicio por el arrendatario.
"El saldo de la fianza en metálico que deba ser restituido al arrendatario al final del arriendo, devengará el interés legal, transcurrido un mes desde la entrega de las llaves por el mismo sin que se hubiere hecho efectiva dicha restitución", indica la normativa.
Para poder reclamar debidamente a un inquilino los daños que haya podido causar en el piso, se recomienda estar presente en el acto de entrega de llaves y finalización del contrato y acudir junto a un profesional inmobiliario, para que de este modo haya un testigo que pueda confirmar los daños en el inmueble.
También se debe sacar fotografías para poder documentar debidamente el estado del piso y, en situaciones más graves o extremas, contar con un experto o incluso un notario, capaz de valorar la magnitud de los daños.