Comprar una casa y pedir una hipoteca no es una decisión irreversible. Desde que se firma la compra de una vivienda, la vida puede cambiar mucho: el trabajo, los intereses, las necesidades... por eso, aunque tengamos un compromiso a 20, 30 o 40 años, es posible mudarse. Existen tres métodos para hacerlo. 

Cancelación del préstamo:
Esta es probablemente, la fórmula más sencilla para vender una casa con hipoteca: cancelar el préstamo en el momento de efectuar la compraventa. De lo que se obtiene por la venta de la vivienda, una parte pagará la hipoteca pendiente y otra parte será para ti.
Pero ¡ojo!, desde Housfy.com, advierten de que "además de cancelar la hipoteca, hay otros gastos a los que quizás tienes que hacer frente. La mayoría de hipotecas contienen cláusulas que penalizan la amortización o cancelación del préstamo. Antes de cancelar el contrato, mira si debes pagar comisión de cancelación y de cuánto se trataría."

Subrogación:
En el caso de que los gastos de cancelar la hipoteca sean muy altos, no debemos cancelar el préstamo. En esto consiste, precisamente, la subrogación. 
En este método, el comprador de la casa adquiere el préstamo hipotecario pendiente como método de pago. Por lo que solo habría un cambio en la hipoteca. Esto, siempre y cuando, el titular de la hipoteca y la entidad bancaria estén de acuerdo. Para ello, el banco estudiará la solvencia económica del nuevo deudor.
Sin embargo, esta operación requiere algunos gastos:

  • Gastos por tramitación: que incluyen los gastos de notaría, el Registro de la Propiedad, o de gestoría.
  • Gastos por comisión de subrogación: seguramente al cambiar la hipoteca de banco, este nos aplique una comisión.
Hipoteca puente:
Este último método es útil para aquellos propietarios que no pueden esperar a vender la primera, para comprar su segunda casa.
En este caso, el banco permite juntar la hipoteca antigua con la nueva en un único préstamo. De este modo puedes disfrutar del nuevo piso mientras encuentras comprador.
Eso sí, "la hipoteca tiene fecha de caducidad, normalmente, entre 6 meses y un plazo máximo de 5 años. Por lo tanto, deberás haber encontrado un comprador antes de que se agote el plazo. Pero si durante este tiempo se consigue vendar el inmueble, se liquidará el préstamo hipotecario y se instaurará una nueva para seguir pagando la vivienda actual"