Se trata de un documento fundamental para conocer si el inmueble está libre de cargas

Después de mucho buscar la casa perfecta y antes de comprarla, ya sea a través de una agencia inmobiliaria o por tu cuenta, es necesario solicitar al Registro de la Propiedad la denominada nota simple. Este documento, si bien no da fe del contenido de los asientos, sí proporciona información muy valiosa sobre las prohibiciones o restricciones que afecten a los titulares o a los derechos inscritos. 

De este modo, podremos comprobar que la persona que vende el inmueble efectivamente es el titular del mismo, lo que impide que seamos víctimas de un fraude. Esta comprobación tiene lugar antes de firmar el contrato de arras. El vendedor deberá aportar este documento para demostrar su titularidad. Posteriormente, si requerimos de financiación para comprar la vivienda, el banco nos exigirá presentar una nota simple con el fin de saber si sobre la vivienda pesa algún embargo o subasta, o si tiene ya suscrita una hipoteca. Es esencial que tengamos conocimiento de estas cargas o gravámenes antes de firmar, puesto que deben ser liquidadas antes de cerrar la operación. Así, la notaría solicitará una nota simple actualizada en la que conste que la vivienda no tiene cargas y es posible transmitirla.
La nota simple registral también aporta una descripción de la finca bastante detallada, puesto que indica los metros cuadrados (superficie construida y útil), referencia catastral, código registral único, accesos, coordenadas, división, lindes, etc. Por otro lado, además de contener el nombre del titular, incluye la fecha de escrituración y el porcentaje de vivienda que correspondería en caso de estar registrada a nombre de varios titulares. 
SOLICITUD DE UNA NOTA DE SIMPLE EN LA COMPRA DE VIVIENDA
Para solicitar una nota simple informativa, se necesita conocer los datos registrales de la finca, el código registral único o la ubicación, dado que en el Registro de la Propiedad cuenta con un servicio de geolocalización. Si es el titular el que la solicita, deberá contar con certificado digital. Si es el comprador o la agencia en su nombre, hay que acudir al Registro de la Propiedad motivado por un interés legítimo, en este caso, el de adquirir la vivienda. El registrador registra esta petición de información para que el titular tenga constancia de la consulta y del motivo que la ha promovido. 
Se puede pedir de forma presencial o a través de Internet y se suele disponer de ella en un plazo no mayor de 24 horas. Tiene un coste de 9,02 euros por finca, impuestos y retenciones no incluidos. Desde el Colegio de Registradores, ponen a disposición del usuario un tutorial en vídeo para tramitar la petición de la nota simple de forma online. Cuando se opta por esta alternativa, el documento se recibe por correo electrónico mediante un enlace que permite su descarga en formato pdf. También se puede solicitar su traducción al inglés por 30 euros, sin impuestos incluidos.
Es importante saber que la nota simple no tiene validez legal. Para que este documento tenga valor jurídico y, por ejemplo, pueda ser presentado en un juicio, debe llevar la firma de un registrador. En estos casos lo que se solicita es una certificación registral.