Un estudio de la Fundación prevé una corrección dispar según los municipios y los tipos de inmuebles

Los expertos actualizan sus previsiones sobre cómo impactará finalmente la crisis del coronavirus en el mercado de la vivienda, incluyendo el efecto de este segundo rebrote. Y una de las últimas proyecciones llega de la mano de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que ha publicado un estudio en el que limita al 8% la caída máxima del precio de las casas en el conjunto del año. 
Según los datos que maneja el organismo, en 2020 la vivienda se va a abaratar entre un 5% y un 8%. Un descenso que dista del que prevé para el conjunto de la economía española y que alcanza el 13%. Así, sostiene que "el impacto de la pandemia en el sector inmobiliario español será moderado, y muy inferior al de la anterior crisis".
Su teoría está en línea con la que comparte la consultora Acuña & Asociados, que recientemente ha publicado un informe en el que adelanta un ajuste del precio de la vivienda del 6,1% este año. En su caso, la peor parte se la llevará la demanda, que podría sufrir una contracción del 30% ante las dificultades para acceder a la compra de una casa. En el caso de la oferta de viviendas, también se espera un descenso y su previsión apunta a que se quedará en niveles de 2015 (unas 300.000 viviendas).
Ya de cara a 2021 la situación del mercado de la vivienda que dibuja Funcas es algo más optimista: en la primera mitad del año los precios se estabilizarán para empezar a remontar el vuelo a partir de entonces. Entre los factores que explican el impacto limitado de la crisis del covid-19 y el inicio de la recuperación de los precios a partir de mediados del próximo ejercicio están "los bajos tipos de interés, la abundancia de liquidez, la falta de buenas alternativas de inversión para los compradores y la probable preferencia de los vendedores por esperar antes que vender a precios bajos", aclara el estudio. 
Además, la fundación cree que la caída observada en las transacciones será transitoria (las compraventas acumulan un descenso entre enero y julio de casi un 26%, según el INE), "como se deduce de la evolución del crédito nuevo para compra de vivienda, aunque será inevitable un cierto impacto por la elevada incertidumbre generada por la crisis sanitaria y por la propia caída de la actividad y el empleo". 
Ahora bien, el estudio también aclara que la corrección no va a ser homogénea, y que va a depender de factores como el tipo de inmuebleo su ubicación. Por ejemplo, los inmuebles de calidad situados en el centro de las ciudades, dado su atractico, sufrirán un descenso de precios inferior a de los que estén ubicados en zonas periféricas, "donde golpeará más el aumento del desempleo o con escasa presencia de inversión extranjera", aclara Funcas.
En este sentido, el consenso de expertos espera que los mayores recortes de precios en el mercado de la vivienda usada, y especialmente en zonas turísticas, por el freno de las operaciones de segundas residencias, y regiones con mayor desempleo. En las viviendas de obra nueva y en el mercado del alquiler, en cambio, el impacto será previsiblemente mucho más limitado.