Primera señal de que la brutal escalada del euríbor iniciada a comienzos de 2022 podría haber alcanzado un punto de inflexión.

A falta de los datos de los dos días laborables que restan para que acabe el mes, el índice al que están ligadas la mayoría de las hipotecas en España apunta a cerrar agosto en una media de en torno al 4,072%. De confirmarse, supondrá su primera caída intermensual después de dispararse en 4,6 puntos porcentuales en 19 meses de alzas sin precedentes, desde el -0,502% de diciembre de 2021 al 4,149% del pasado julio. Y lo que es aún más relevante para los hipotecados a tipo variable: las cuotas de los créditos que toque revisar con el euríbor de agosto van a registrar la subida más suave desde la que experimentaron las que usaron el índice del pasado septiembre, una moderación que todo apunta a que se ampliará en los próximos meses. Aunque hay hipotecas a tipo variable que se revisan cada seis meses, la mayoría lo hacen una vez al año. Las cuotas suben si el euríbor está más alto que un año antes en el mes que sirve de referencia para revisar el crédito. La razón de que las subidas de las cuotas hayan empezado a moderarse y lo vayan a hacer de forma más pronunciada en los próximos meses es, precisamente, que los nuevos niveles del euríbor se están comparando con los de la segunda parte de 2022, considerablemente más elevados que los de la primera mitad de aquel ejercicio. Así, el euríbor arrancó aquel año marcando un -0,477% en enero y lo acabó disparado hasta el 3,018% en diciembre.
En agosto del año pasado, el índice se situó en el 1,249%, con lo que la diferencia internanual será ahora de unos 2,82 puntos porcentuales. Por ponerlo en perspectiva, las diferencias año contra año fueron inferiores a un punto porcentual entre enero y mayo de 2022 y estuvieron por debajo de los tres puntos hasta el pasado septiembre. En octubre, alcanzaron los 3,1 puntos, en marzo ascendieron a un máximo de 3,884 puntos, y desde entonces se han ido moderando, comenzando a suavizar las subidas de las cuotas, hasta bajar este agosto por debajo de los tres puntos por primera vez en once meses.
Subida sobre subida, eso sí, las cuotas subirán menos, pero seguirán subiendo, al menos a corto plazo. En una hipoteca de 150.000 euros a 24 años con un tipo de euríbor más 1% que tenga como referencia el dato de agosto (normalmente las que se revisan octubre), la cuota mensual pasará de 674 a 901, es decir, 227 euros más al mes y 2.724 euros más al año. Para un crédito de 300.000 euros con las mismas características, el alza será de 1.348 a 1.803 euros: 455 euros más al mes y 5.460 euros más al año. Además, el golpe para los hipotecados será más suave, pero se producirá sobre el duro golpe que ya encajaron hace doce meses. Por entender lo que han sufrido en los últimos dos años, las cuotas de los dos créditos usados como referencia se revisaron con el dato de agosto de 2021 a 552 y 1.105 euros al mes, respectivamente, con lo que en dos ejercicios habrán subido en 349 y 698 euros mensuales. Es decir, que serán un 63% más caras. En España, así, hay unas cinco millones de hipotecas para la compra de vivienda, de las que 3,7 millones son a tipo variable ligadas al euríbor. De estas últimas, en torno a un 35% (1,295 millones) se revisan con los datos del índice de enero a junio, un 25% (925.000) con los de julio a septiembre, y algo menos de un 40% (1,48 millones) con los de octubre a diciembre. Las mayores subidas de las cuotas, superiores a tres puntos porcentuales más el diferencial, las han sufrido los en torno a tres millones de hogares (aproximadamente el 80% del total de hipotecas ligadas al euríbor) con créditos revisados con los datos del índice de entre el pasado octubre y julio.
El índice, así, ha comenzado a bajar porque el mercado da por sentado que el fin del ciclo de alzas de los tipos oficiales del banco central está a la vuelta de la esquina, si no se ha alcanzado ya. La autoridad monetaria ha dejado abierto volver a elevarlos a mediados de septiembre o dejarlos sin cambios, pero también ha dado pistas de que en principio no quedan muchas más subidas. Sin embargo, siempre cabe la posibilidad de que la inflación vuelva a dispararse y le obligue a endurecer aún más la política monetaria, si bien los crecientes síntomas de debilidad de la economía de la zona euro lo hacen menos probable.