En pocas palabras, la fórmula que más repiten los que saben es tener ahorrado el 30% del precio de la vivienda, aunque, como en todo, esto tiene matices: la edad, las bonificaciones a las que se pueda acceder y la cuantía del préstamo que haga el banco.

Ahorrar el 30% del precio para la entrada
Aunque es cierto que no existe una regla establecida sobre el precio a pagar a la entrada de la vivienda, lo normal es que haya que sumarle entre un 10% y un 12% al precio de venta en concepto de los gastos adicionales como impuestos, notaría o registro. De hecho, tal y como asegura Josep Vera, director regional de UCI, "se recomienda contar adicionalmente con ahorros propios equivalentes al 20% del precio de compraventa. Normalmente, las entidades conceden financiación por el 80% de dicho valor”.
Así, por ejemplo, si la vivienda cuesta 200.000 euros, deberíamos tener ahorrados unos 40.000 euros más los gastos (que oscilarán entre 20.000 euros y 24.000 euros).
Además, Vera recuerda que "en todos los casos, a una mayor aportación inicial, menor será el importe de préstamo a solicitar, y en consecuencia menor cuota mensual a pagar”.
Ligia Luca, National Key Account Manager de Grocasa, explica que las entidades bancarias suelen financiar el 80%, por lo que es recomendable disponer del 20% del precio de la vivienda y un 10% adicional para pagar los gastos de la compraventa y de formalización de la hipoteca (ITP o IVA, notaría, registro, gestoría, tasación, seguros, etc.).
¿Cómo ahorrar para la compra de una vivienda?
Antes de nada, debemos analizar nuestra economía actual. ¿Cuál es el importe del préstamo que podemos permitirnos con nuestro sueldo y gastos habituales? Para ello, los expertos aconsejan que el ratio de endeudamiento no supere el 30% - 35% de los ingresos netos mensuales de la unidad familiar.
Un consejo que dan desde Idealista es dividir la nómina en diferentes bloques a principio de cada mes. Por ejemplo, si tengo una nómina de 1.800 euros, podemos dividir nuestros ingresos en seis bloques:

  • 550 euros para el alquiler
  • 250 euros para comida
  • 150 euros para suministros
  • 200 euros para “caprichos"
  • 150 euros para salidas
  • El resto irá para ahorros: En este caso, serían 500 euros
“En verano o en Navidades podemos aumentar el gasto en salidas o en caprichos y reducir los ahorros, pero a su vez, compensar esta cantidad en otros meses del año”, añade Ligia Luca.
Además, aconseja que una forma fácil y práctica de asegurarte de ahorrar es establecer una transferencia bancaria automática a otra cuenta a principios de mes. “Al no ver el dinero en la cuenta habitual, se evita la tentación de gastarlo y se fomenta el ahorro”.