Los tipos de interés ultrabajos, con el euríbor en negativo desde hace dos años, invitan a la contratación de un préstamo.

 

Contratar una hipoteca es una de las decisiones financieras más trascendentes a las que se enfrenta una familia a lo largo de su vida. Hay factores que pueden llevar a la conclusión que sea un buen momento para dar el paso: la recuperación del mercado laboral, los tipos de interés ultrabajos y la fuerte competencia entre la banca española. Además, hay que tener en cuenta que el mercado de la vivienda comienza a reactivarse.
 
Los tipos de interés ultrabajos, con el euríbor en negativo desde hace dos años, invitan a la contratación de un préstamo, si bien a la hora de calcular una hipoteca el Banco de España recuerda que hay que tener en cuenta no sólo el nivel de ingresos del que disponemos, sino también del que “previsiblemente” dispondremos, es decir, de la capacidad futura para hacer frente a las cuotas.
Además, no hay que fijarse sólo en el tipo de interés, variable o fijo, sino en el plazo de amortización, esto es, el tiempo que tardaremos en pagar la hipoteca. Es importante también asegurarse de que no hay sorpresas como las famosas cláusulas suelo o techo.
Una vez firmada la hipoteca y en cualquier momento de la vida del préstamo podremos plantear al banco una negociación dirigida a modificar las condiciones (novación) o incluso acudir a otra entidad de la competencia para intentar conseguir mejores condiciones (subrogación por cambio de acreedor). Aunque ambas operaciones normalmente darán lugar al pago de comisiones, la nueva Ley hipotecaria, actualmente en trámite, las reduce sensiblemente.
De acuerdo con la ‘Encuesta sobre Préstamos Bancarios’ que elabora el Banco de España, en el cuarto trimestre del pasado año los bancos relajaron los criterios para conceder una hipoteca. En otras palabras, fue más fácil acceder a un crédito gracias a una “mayor competencia” entre las entidades, a las mejores perspectivas económicas –sobre todo en el mercado inmobiliario- y a la mayor solvencia de los solicitantes.
Al mismo tiempo, la demanda de hipotecas se incrementó ligeramente entre los meses de octubre y diciembre de 2017, también gracias a las mejores perspectivas del mercado de la vivienda y, en menor medida, a la mayor confianza de los españoles, al ascenso de las operaciones de reestructuración de deuda y al ya mencionado descenso de los tipos de interés.